Liderazgo. El líder transformador

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El líder transformador no es solo alguien que dirige las actividades de un grupo, sino que es capaz de inspirar a los demás para que funcionen del mejor modo posible, producir sentimientos positivos en los demás, motivarlos e inspirarlos con sus palabras y con su ejemplo para producir cambios positivos en ellos y en la sociedad.

¿Qué es el liderazgo?

El liderazgo está formado por una serie de características de personalidad y cognitivas que orientan a una persona a motivar y dirigir a otros hacia el éxito colectivo. A nivel práctico, el líder establece y define los objetivos o misión del grupo y facilita el proceso por el cual puede alcanzarse esa meta. A nivel personal, el líder inspira, motiva y da fuerza a sus seguidores para que den lo mejor de sí mismos.

Los líderes son capaces de dirigir y organizar a los demás para que puedan trabajar de manera más efectiva, les ayudan a hacer mejor las cosas, los motivan para que las hagan, trazan planes de acción detallando el mejor modo de hacer las cosas para alcanzar los objetivos del grupo. Los demás suelen recurrir a ellos cuando necesitan ayuda para resolver un problema o para resolver conflictos entre los miembros del grupo y son los que toman la iniciativa en las emergencias.

El líder transformador

El líder transformador es mucho más que un simple líder. Está lleno de entusiasmo, energía y pasión. Conoce a sus seguidores, sabe cuáles son sus fortalezas y sus debilidades y, gracias a este conocimiento, es capaz de asignar a cada uno de ellos las tareas más apropiadas para obtener el máximo rendimiento.

Este etilo de liderazgo crea cambios profundos en las personas y las organizaciones porque transforma las percepciones y los valores y cambia las expectativas y las aspiraciones de las personas. Por ejemplo, si se trata de un líder en una empresa, es capaz de hacer que los trabajadores se sientan una parte importante de la empresa, que estén motivados para trabajar, que se sientan integrados y aceptados, que desarrollen al máximo sus capacidades y realicen las tareas para las que están mejor capacitados. Esto da lugar a una mayor autoestima y una sensación de competencia y éxito personal.

Los seguidores de este tipo de líder suelen idealizarlos y admirarlos porque suponen un gran ejemplo para ellos y un modelo a seguir a la hora de trabajar en beneficio de una organización y de las personas que la componen. Los seguidores sienten confianza, admiración, lealtad y respeto por el líder transformador y son capaces de trabajar más y más duro de lo que suele ser habitual para la mayoría de las personas. Esto es debido a que este tipo de líderes ofrece a sus seguidores algo más que trabajar por una ganancia personal: les ofrecen una misión y una identidad y dotan de sentido y propósito a lo que hacen.

El líder transformador anima a sus seguidores a formar parte de la organización, no solo haciendo su trabajo, sino también aportando ideas nuevas para mejorar. Además, no solo los ayuda a sacar lo mejor de sí mismos y evolucionar, sino también a convertirse ellos mismos en líderes.

Características del liderazgo transformador

1. Individualización. El líder tiene en cuenta las necesidades individuales de cada uno de sus seguidores y actúa como mentor o maestro. Se relaciona con empatía, ofrece apoyo y mantiene abiertas las líneas de comunicación entre ellos. Ofrece retos adecuados a las capacidades de cada persona, que les ayudan a aumentar su sensación de logro y superación y a desarrollar sus habilidades.

2. Estimulación intelectual. El líder transformador asume riesgos, cuestiona ideas o modos de actuar establecidos, empuja a sus seguidores a pensar por sí mismos, generar ideas, ser creativos, resolver problemas, pensar más, platearse preguntas, aprender de los errores, ver cada situación como una oportunidad para aprender y mejorar y encontrar mejores modos de hacer sus tareas.

3. Inspiración motivadora. El líder ofrece una forma de ver las cosas que es inspiradora y motivadora para sus seguidores. Aporta significado y sentido a lo que hacen, transmite optimismo, dota a sus seguidores de propósito y significado, los ayuda  a creer en sí mismos y a tener una misión en la vida.

4. Influencia idealizada. Este tipo de líder es un modelo a seguir en cuanto a comportamiento ético. Los seguidores saben que pueden confiar en él o ella, se sienten orgullosos de estar bajo su liderazgo, lo respetan y le son leales.

Los líderes carismáticos destructivos o constructivos

El líder transformador suele ser también un líder carismático. El líder carismático es aquel por el que el seguidor siente una gran admiración y lealtad. Son los líderes que hacen pensar a los demás que les traerá los cambios que necesitan y los guiará hacia un futuro mejor. Hace que sus seguidores se sientan más fueres bajo su liderazgo.

Pero el líder carismático no necesariamente es también transformador; puede ser destructivo cuando utiliza su carisma para ganar seguidores que se sometan a él  o ella y que le sirvan para sentirse poderoso o alcanzar sus objetivos personales. Por el contrario, el líder carismático constructivo o transformador está orientado a hacer que sus seguidores se sientan más fuertes y ayudarlos a una alcanzar un cambio positivo, ser mejores de lo que son, sacar lo mejor de sí mismos y usar sus cualidades al máximo. Es decir, buscan el poder para ayudar a otros, mientras que el líder destructivo busca el poder para ayudarse a sí mismo o para sentirse superior. El líder constructivo promueve el bienestar de los demás, mientras que el destructivo tiene percepciones deformadas de las necesidades de los demás o no las tiene en consideración en absoluto.

Las crisis suelen ser periodos que facilitan la aparición de este tipo de líderes porque ofrecen una visión de un futuro mejor a unos seguidores que se sienten insatisfechos con las circunstancias actuales y necesitan cambios importantes e incluso radicales. Por este motivo, están más necesitados de un líder y más dispuestos a dejarse llevar por el carisma de un líder que, si resulta ser destructivo, puede acabar causando un gran daño.