Para qué sirven las endorfinas y cómo activarlas

Las endorfinas son sustancias que dan placer y se liberan fácilmente

Running towards a healthier and happier lifestyle
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Las endorfinas son hormonas que tienen muchos beneficios. Se activan en el organismo por procesos naturales como comer sano, el ejercicio o las relaciones sexuales. Juegan un papel esencial en la sensación de felicidad, por lo que es importante segregarlas.

Las endorfinas son un auténtico vehículo de placer. Su mecanismo de acción es similar al de los opiaceos y bloquean la sensación de dolor. Tener niveles altos de endorfinas ayuda a sentir mayor satisfacción al realizar cualquier actividad. También ayuda a soportar mejor el dolor tanto físico como emocional y a superar las dificultades.

Combatir un estado de shock

Las endorfinas no solo son las responsables del placer sino también ayudan a superar las dificultades. Ante hechos dolorosos, el cerebro las activa para poder superar el shock. Se trata de un mecanismo de supervivencia para evitar que el ser humano se hunda ante las tragedias. Una especie de anestésico natural. Pasados unos días disminuye el pico de endorfinas pero se mantiene en un nivel suficiente para que seamos capaces de recuperarnos. Y así vamos superando las situaciones más dolorosas que nos depara la vida.

En cambio, los niveles bajos de endorfinas pueden conducir a la insatisfacción permanente, a la labilidad emocional, incluso al bloqueo ante los problemas. Una persona que no genera suficientes endorfinas puede verse superada por cualquier contrariedad, es de llanto fácil y atraviesa periodos de tristeza sin causa aparente o con más frecuencia.

Activa tus endorfinas de manera natural

Activar de forma natural las endorfinas depende de nosotros. Y los cambios que debemos hacer no son complicados, basta con tener unos hábitos sanos. Merece la pena intentarlo, ¿no? Las siguientes actividades son una manera de liberarlas fácilmente.

Una dieta sana

La correcta alimentación tiene muchos beneficios y es indispensable para disfrutar de buena salud, pero también influye en nuestro estado emocional. En este sentido, es fundamental aportar a nuestra dieta fuentes de hidratos de carbono como los cereales, que contienen vitaminas del grupo B, esenciales para el sistema nervioso. También debemos administrar fuentes de proteínas, ya que de esta manera aseguramos los amionácidos esenciales que activan las endorfinas. Como vemos, comer sano es esencial y más si se hace en compañía.

Come chocolate

Al comer chocolate negro consumimos otro compuesto químico que nuestro cuerpo transforma en feniletalimina, la misma sustancia que secretamos cuando nos enamoramos. La cantidad es muy pequeña como para que el consumo moderado de chocolate permita ser felices, pero sí nos aporta mucho bienestar. Asimismo, la sensación de bienestar que se obtiene al comer chocolate procede también de la serotonina, una sustancia que equilibra el estado de ánimo.

Haz deporte

Sobrepasado el umbral del dolor, los deportistas experimentan una especie de embriaguez que les permite prolongar el esfuerzo. Esto se debe a que al realizar un esfuerzo físico mayor se produce una secreción más abundante de endorfinas para desactivar la sensación de dolor.   

Ríete más

Se ha demostrado en multitud de ocasiones que la risa es salud. Se movilizan hasta 400 músculos cuando reímos y se segregan sustancias responsables del placer como las endorfinas. Tomarse las cosas con buen humor, relativizar y restar importancia a aquellas cosas que no la tienen, ver el lado positivo de la vida sin proyectar negatividad también ayudan a vivir una vida más feliz y más plena.

Haz el amor

Tras el orgasmo se liberan una serie de sustancias químicas en el cerebro, como las endorfinas, que actúan a modo de analgésicos naturales, proporcionando una sensación de bienestar y satisfacción. Las sustancias químicas secretadas durante la relación sexual parecen ser diferentes a las que se liberan cuando nos enamoramos. En este caso suele producirse más feniletalimina, que incide sobre el estado de ánimo con un efecto parecido al que provocan las anfetaminas.